Creer que vas a llegar tarde. Por más que vayas con previsión, que tengas el tiempo cronometrado y todo vaya sobre la marcha, te dará la sensación que vas a llegar tarde y no podrás evitar mirar el reloj una y otra vez. A ello se sumaránimprevistos como cosas que no encuentras o llamadas inesperadas que te harán perder tiempo. No te preocupes, tenemos la solución. Cuando ya tengas el timing de tu mañana, súmale una hora más, madruga un poco e irás más relajada. Seguro que nos lo agradeces.

Comerás menos de lo que creías. Los nervios, las preocupaciones o simplemente la ilusión, cierran el apetito. Aunque durante el banquete no tengas demasiada hambre, recuerda el tiempo y dinero que has dedicado a ello y seguro que te apetece degustar el menú. Además, te recomendamos que nunca vayas con el estómago vacío a tu boda, necesitarás tener las pilas cargadas.

Te harán sentir como una reina. Ese día todo el mundo estará pendiente de ti y, sobre todo en los momentos previos, tus acompañantes estarán dispuestos a ayudarte en lo que sea. Nadie dice que no a una novia, así que no abuses de su buena fe.

Algo fallará. Puede ser que no funcione el proyector, te equivoques al decir tus votos, las flores no sean exactamente cómo las encargaste...pero no desesperes, nadie le dará más importancia. Tú serás la más crítica con esos pequeños hándicaps de última hora, así que tómatelo con filosofía y no dejes que estropeen tu momento.

Seguramente llores. A no ser que estés en estado de shock, que también es posible, seguramente se te escapará alguna lágrima que otra. Las emociones serán muy fuertes y los nervios también, así que si tienes que llorar, llora sin sentir vergüenza. Es el día de tu boda y es un sentimiento totalmente natural. Eso sí, recuerda que llevas un estudiado maquillajey ten cuidado al secar tus lágrimas. Confía un pequeño neceser a alguien cercano por si tienes que retocarte.

Pasarás poco tiempo a solas con tu novio. Es obvio que la boda es la celebración de vuestro amor con otras personas, pero será difícil encontrar un hueco para estar a solas con tu recién estrenado marido. Disfruta de la fiesta con todos, peroreserva algún pequeño momento para vosotros dos. Podéis pasar un rato a solas después de la ceremonia o tras la sesión de fotos e intercambiar primeras impresiones.

El día pasará volando. Cuando menos lo esperes, el dj anunciará la última canción y no podrás creer que ya ha pasado el gran día, por eso, exprime al máximo cada momento y disfrútalo. No dejes pasar la oportunidad de saludar a todo el mundo.Pasa mesa por mesas y agradéceles su asistencia.

Caerás rendida. Un día emocionante pero también agotador, por eso te recomendamos que no esperes una noche de bodas como las que nos prometen las películas de Hollywood. Es posible que ni siquiera penséis en el sexo al llegar a la habitación y caigáis dormidos en pocos segundos. Eso no os hace menos románticos sino humanos.